Los primeros meses de vida de un bebé están llenos de descubrimientos, tanto para los padres como para el pequeño. Uno de los temas que más inquietudes genera es el tema de los gases. Es muy común que los recién nacidos y bebés sufran de molestias relacionadas con la acumulación de aire en su sistema digestivo.
Aunque puede ser una experiencia frustrante y desconcertante para los padres, lo cierto es que se trata de un proceso completamente normal y frecuente en el desarrollo de los lactantes. En este artículo Clémentine & Bastièn, te cuenta todo sobre Gases en Bebés: Causas, Síntomas y Consejos para Aliviarlos
¿Por qué los bebés tienen gases?
Los gases en los bebés son el resultado de la acumulación de aire en el tracto digestivo. Esta acumulación puede producirse por diversas razones:
- Inmadurez del sistema digestivo: En los primeros meses de vida, el aparato digestivo del bebé aún está desarrollándose. Esto significa que la digestión no es tan eficiente, y es más probable que se acumulen gases.
- Ingesta de aire al alimentarse: Ya sea que el bebé sea alimentado con pecho o biberón, es normal que trague aire durante la toma. Esto ocurre aún más si el bebé come muy rápido, si el pezón del biberón tiene un flujo inapropiado, o si no está bien posicionado al amamantar.
- Llanto excesivo: Cuando un bebé llora durante mucho tiempo, tiende a tragar aire, lo que también puede provocar gases.
- Fermentación de alimentos en el intestino: A medida que los bebés comienzan a incorporar nuevos alimentos en su dieta (por ejemplo, al iniciar la alimentación complementaria), ciertos ingredientes pueden provocar gases debido a la fermentación de los azúcares o fibras por parte de las bacterias intestinales.
- Sensibilidad o intolerancia alimentaria: En algunos casos, una sensibilidad a ciertos alimentos (como los lácteos o la lactosa) puede provocar un aumento de gases, aunque esto no es lo más común en recién nacidos.
¿Cómo saber si tu bebé tiene gases?
Aunque todos los bebés expulsan gases de manera natural, ya sea a través del eructo o del paso de gases por el recto, algunos muestran signos de malestar más evidentes. Estas son algunas señales de que los gases pueden estar causando incomodidad a tu bebé:
✓ Llanto repentino e inconsolable, especialmente después de las tomas.
✓ Hinchazón abdominal o vientre duro.
✓ Estiramiento o arqueo de la espalda.
✓ Flexión de las piernas hacia el abdomen (posición fetal).
✓ Dificultad para dormir o sueño interrumpido.
✓ Expulsión frecuente de gases o eructos acompañados de molestia.
¿Cómo aliviar los gases en bebés?
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Existen varios métodos seguros y eficaces que puedes emplear para ayudar a tu bebé a aliviar los gases:
- Hacer eructar al bebé
Uno de los pasos más importantes después de alimentar al bebé es hacerlo eructar. Esto ayuda a liberar el aire que pudo haber tragado durante la toma. Puedes intentar diferentes posiciones:
✓ Sobre tu hombro, dándole suaves palmadas o frotando su espalda.
✓ Sentado sobre tus piernas, sosteniéndolo con una mano en el pecho y dándole pequeñas palmadas en la espalda con la otra.
✓ Boca abajo sobre tu regazo, realizando masajes circulares en su espalda.
- Masajes abdominales
Los masajes suaves en el abdomen pueden ayudar a movilizar los gases. Hazlo de manera delicada, en el sentido de las agujas del reloj. También puedes hacer movimientos circulares alrededor del ombligo o usar técnicas de masaje infantil especializadas.
- Ejercicio de piernas
Mover suavemente las piernas del bebé como si estuviera pedaleando una bicicleta puede estimular el movimiento intestinal y facilitar la expulsión de gases.
- Controlar la alimentación
✓ Si amamantas, asegúrate de que el bebé tenga un buen agarre al pecho, lo que reduce la posibilidad de tragar aire.
✓ Si usas biberón, elige tetinas adecuadas a la edad del bebé y asegúrate de que estén libres de burbujas de aire.
✓ No lo alimentes cuando está muy alterado o llorando, ya que eso favorece la ingesta de aire.
- Evitar sobrealimentar
Darle demasiada leche en una sola toma puede sobrecargar el sistema digestivo del bebé. Es preferible alimentarlo más frecuentemente en cantidades moderadas.
- Revisión de la dieta materna
En algunos casos, si estás amamantando y sospechas que ciertos alimentos podrían estar causando molestias al bebé, podrías intentar llevar un registro de tu dieta para identificar patrones. No hagas cambios drásticos sin consultar con un pediatra o nutricionista.
¿Cuándo consultar al pediatra?
Aunque los gases en los bebés suelen ser una molestia pasajera, hay ciertas señales de alerta que justifican una consulta médica:
✓ El bebé no gana peso adecuadamente.
✓ Hay vómitos frecuentes o regurgitaciones violentas.
✓ Las deposiciones cambian significativamente en consistencia o color.
✓ El llanto es excesivo y persistente (más de 3 horas al día durante más de 3 días a la semana), lo cual podría ser indicio de cólico del lactante.
✓ Hay sangre en las heces o signos de dolor abdominal intenso.
Los gases en los recién nacidos y bebés son una parte normal del crecimiento y desarrollo. Aunque pueden causar molestias, generalmente no indican un problema de salud grave. Con paciencia, observación y algunos cuidados simples, puedes ayudar a tu bebé a sentirse más cómodo y transitar esta etapa con mayor tranquilidad.
Recuerda que cada bebé es único. Lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Mantén la calma, prueba diferentes métodos, y ante cualquier duda, no dudes en consultar con tu pediatra de confianza.
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