La maternidad es un viaje lleno de momentos hermosos, pero también de desafíos. Uno de los mayores retos para las madres de niños menores de 3 años es cómo mantener a sus hijos ocupados, estimulados y felices sin caer en la tentación de usar dispositivos electrónicos.
La dependencia de las pantallas es un tema creciente en la crianza, y aunque estas herramientas pueden ser útiles en ciertas situaciones, es fundamental encontrar formas de conectar con nuestros hijos sin depender de ellas.

En este artículo Clémentine & Bastièn, te propone 10 actividades sencillas que no solo estimulan el desarrollo de tu bebé, sino que también fomentan una conexión profunda entre ambos.
- Juegos de imitación: «Te sigo el juego»
A los niños pequeños les encanta imitar lo que hacen los adultos. Este tipo de juego no solo es divertido, sino que también es clave para el desarrollo cognitivo y social. Puedes empezar a hacer cosas simples, como cocinar, limpiar, o hacer gestos con las manos, y ver cómo tu hijo intenta copiarte.
A medida que lo haces, refuerza lo que está aprendiendo con palabras y descripciones, como «Ahora estamos limpiando la mesa» o «Mira cómo apilo los bloques». Este tipo de juego permite que tu hijo aprenda de manera práctica y divertida, mejorando su capacidad para seguir instrucciones y desarrollando su lenguaje.
- El juego de las cajas y los objetos
Una de las actividades más sencillas, pero a la vez más estimulantes, es el juego con cajas y objetos. Los bebés disfrutan explorando el mundo que los rodea, y las cajas pueden convertirse en algo mágico. Puedes llenar una caja con diferentes objetos: pelotas, pañuelos, juguetes de diferentes texturas, sonidos, colores, etc. Deja que tu hijo explore la caja a su propio ritmo y guíalo para que descubra nuevas formas de jugar con ellos. Este juego desarrolla habilidades motoras, táctiles y de resolución de problemas mientras mantiene su curiosidad y atención.
- Cuentos interactivos: «Leer juntos»

La lectura es una de las mejores maneras de desarrollar el lenguaje de tu hijo desde temprana edad. Los libros interactivos son especialmente útiles porque permiten que el niño se involucre en la historia. Los libros con texturas, sonidos o solapas que se pueden levantar no solo fomentan el amor por los libros, sino que también desarrollan habilidades de coordinación mano-ojo. Cuando leas, señala las imágenes y nombra los objetos. Haz preguntas como “¿dónde está el perro?” o “¿cómo suena este animal?”.
A medida que el niño crece, puedes invitarlo a «leer» de manera propia, usando sus propias palabras para contar lo que ve en las imágenes.
- El juego de los sonidos y las voces
A esta edad, los niños están muy interesados en los sonidos. Puedes convertir la casa en una estación de sonidos. Toca diferentes instrumentos musicales, como tambores, maracas o incluso cosas cotidianas como ollas y cucharas. Juega con tu hijo haciendo diferentes ruidos y animándolo a que haga lo mismo.
Puedes ir un paso más allá y practicar voces, como animalitos (muu, guau, miau) o sonidos de la naturaleza (viento, lluvia). Este tipo de juegos no solo es divertido, sino que también fomenta la conciencia auditiva y la imitación de sonidos, esenciales para el desarrollo del lenguaje.
- Juego con agua: “Hacer una piscina casera”

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A todos los niños les encanta jugar con agua, y no necesariamente tienes que tener una piscina inflable para disfrutar de este juego. Solo necesitas una bandeja, cubetas, y algunos juguetes flotantes. Puedes llenar una bandeja con agua y colocar diferentes objetos que floten o que se hunden para que tu hijo experimente cómo interactuar con el agua.
Además, jugar con agua es una forma excelente de introducir a tu hijo en conceptos como la flotación, la absorción y la cantidad. Este tipo de actividades fomenta el desarrollo sensorial y el aprendizaje práctico mientras se divierten.
- Bailes y movimientos al ritmo de la música
El baile es una actividad que no solo es divertida, sino también increíblemente beneficiosa para el desarrollo de la coordinación motora de tu hijo. Poner música alegre y mover el cuerpo juntos es una forma fantástica de fomentar la interacción física. Puedes sostener a tu bebé mientras lo balanceas suavemente al ritmo de la música o, si ya camina, hacer que se mueva de un lado a otro. No necesitas un ritmo complicado, solo el entusiasmo de disfrutar del momento. A medida que tu hijo crezca, podrá imitar los movimientos y agregar sus propios gestos.
- Construcción con bloques

Los bloques de construcción, aunque son muy simples, ofrecen una increíble cantidad de posibilidades. Ayudan a los niños a desarrollar habilidades motrices finas y su capacidad de concentración. Además, este tipo de juegos mejora la resolución de problemas y la creatividad. Puedes empezar con bloques grandes y ayudar a tu hijo a apilarlos, derribarlos y reconstruirlos, aprendiendo las nociones de equilibrio, tamaño y forma. A medida que tu hijo crece, podrás proponerle nuevos desafíos, como construir torres más altas o seguir patrones específicos.
- Exploración de la naturaleza: «Caminatas y observación»
Salir al aire libre siempre es una excelente manera de conectar con la naturaleza y a la vez con tu hijo. Puedes dar pequeños paseos por el parque o el jardín, observando las plantas, los insectos, el cielo, las hojas caídas. Deja que tu hijo toque las hojas, sienta la textura de los árboles, vea cómo se mueven las ramas con el viento.
Hablar sobre lo que veis y sentís durante estas caminatas estimula su curiosidad y, al mismo tiempo, le ayuda a aprender nuevas palabras y conceptos. Esta actividad, además de ser educativa, fortalece el vínculo entre madre e hijo al estar en un ambiente relajado y sin distracciones.
- Títeres o marionetas: «Cuentos animados»
Crear un pequeño teatro con títeres es una forma fantástica de fomentar la imaginación. Puedes usar muñecos de calcetín o marionetas compradas para contar historias, interactuar con tu hijo y hacer que participe. Los títeres no solo ofrecen una forma de expresar emociones y situaciones de una manera divertida, sino que también ayudan a mejorar la comprensión y el desarrollo del lenguaje. Invita a tu hijo a hacer su propio títere con materiales reciclados y que comience a usarlo para contar sus propias historias.
- Masajes y juegos sensoriales

El contacto físico con tu hijo es fundamental para su bienestar emocional. Los masajes suaves y los juegos sensoriales (como tocar diferentes texturas o ver el reflejo de su cuerpo en un espejo) permiten que el niño se relaje y desarrolle su conciencia corporal. Puedes hacer masajes suaves en sus manos, piernas, y espalda, o jugar con sus deditos, acariciándolos de forma rítmica. Este tipo de juegos refuerza la conexión emocional entre ambos y le ayuda a tu hijo a sentirse amado y seguro.

En la actualidad, vivimos en un mundo donde las pantallas parecen ser una solución fácil para mantener ocupados a nuestros hijos, pero el desarrollo de un niño menor de 3 años no depende únicamente de estas herramientas. Las actividades físicas, los juegos imaginativos y los momentos de contacto emocional son esenciales para su crecimiento integral.
Las actividades que te he propuesto son sencillas, pero efectivas para fomentar la creatividad, la conexión emocional y el aprendizaje en los primeros años de vida. Recuerda, lo importante es disfrutar el tiempo juntos, sin importar los recursos, solo con amor, paciencia y creatividad.
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