¿Tu bebé parece más hambriento de lo normal, se despierta con más frecuencia o está más irritable sin razón aparente? Tranquila, es muy probable que esté atravesando uno de los conocidos brotes de crecimiento. Esta etapa, aunque suena un poco desafiante, es completamente natural y representa un avance importante en el desarrollo de tu pequeño.
Quédate hasta el final y descubre todo lo que necesitas saber para identificar, entender y acompañar a tu bebé durante estos momentos.
Qué es un brote de crecimiento y por qué pasa
Los brotes de crecimiento son periodos cortos, pero intensos, en los que el bebé experimenta un avance físico o neurológico. Durante estos días, su cuerpo se desarrolla rápidamente ganando peso, aumentando su talla, mejorando su coordinación y hasta su capacidad para interactuar con el entorno. También se les conoce como picos de crecimiento y, en muchos casos, vienen acompañados de lo que se denomina crisis de lactancia.
Aunque pueda parecer que el bebé está más demandante o inquieto, en realidad está trabajando duro para adaptarse a una nueva etapa de desarrollo. Por eso, estos brotes también se relacionan con cambios en el comportamiento, el apetito y el sueño.
Cómo reconocerlo: señales y síntomas
No todos los bebés experimentan los brotes de la misma manera, pero hay ciertas señales de brote que pueden ayudarte a identificar si tu bebé está pasando por uno.
Más hambre y tomas seguidas
Durante un brote, es común que el bebé quiera alimentarse de una manera más frecuente. Esto se conoce como tomas en racimo y suele ser un intento del bebé por estimular la producción de leche, en caso de estar con lactancia a demanda.
Irritabilidad y búsqueda de contacto
El bebé puede mostrarse más sensible, llorar con facilidad y necesitar más brazos. El contacto piel con piel y los abrazos constantes lo reconfortan, ya que está pasando por un momento intenso de transformación.
Sueño cambiante
Los brotes y sueño están estrechamente relacionados. Algunos bebés duermen más de lo habitual, mientras que otros se despiertan muchas veces durante la noche.
¿Cuándo suelen ocurrir?
Aunque cada bebé tiene su propio ritmo, los brotes por semanas suelen presentarse en momentos clave del primer año.
Semanas 2–3 y 6
Los primeros brotes del bebé aparecen muy temprano. En estas semanas, notarás que tu recién nacido pide más pecho, duerme menos y está más demandante.
Semanas 8–12
Aquí pueden aparecer nuevas habilidades como sonrisas sociales o intentos de sostener la cabeza. Es una etapa en la que el desarrollo neurológico avanza rápidamente.
Meses 3, 6, 9 y 12
Estos brotes de crecimiento marcan momentos claves del primer año. El brote 3 meses está ligado a una mayor interacción. El brote 6 meses coincide con el inicio de la alimentación complementaria. El brote 9 meses puede incluir avances como gatear o pararse. Y el brote 12 meses representa un cambio importante en el crecimiento físico y emocional del bebé.
¿Cuánto dura y cómo se vive en casa?
La duración brote de crecimiento varía según cada bebé, pero en promedio puede durar entre 2 y 7 días. Durante este tiempo, la rutina puede parecer desordenada, especialmente si el bebé está más irritable o duerme menos.
En casa, lo mejor es mantener la calma, ofrecer más contacto y responder con empatía. Es un buen momento para usar productos que faciliten el descanso y la comodidad, como una cama cuna o una cuna corral que se adapte a los cambios de sueño del bebé.
Qué hacer durante un brote
- Confía en tu instinto: Si tu bebé pide más pecho, aliméntalo. La lactancia a demanda es clave en esta etapa.
- Ofrece contacto físico constante: Un buen abrazo puede ser más valioso que cualquier juguete.
- Asegura un espacio cómodo: Una cama cuna Montessori puede brindarle al bebé independencia y seguridad para explorar después del brote.
- No intentes forzar rutinas: Ya volverán los horarios cuando pase el brote.
Errores comunes y mitos
Es normal tener dudas, pero también hay muchos mitos que generan preocupación innecesaria:
- “El bebé no se llena con leche materna”: Falso, el aumento en la demanda no significa que no tengas suficiente leche, es una forma natural de ajustarla.
- “Se ha malacostumbrado a los brazos”: Falso, tu bebé necesita seguridad, no está manipulando.
- “Hay que complementar con fórmula”: No siempre es necesario, si tienes dudas, es importante poder acudir al pediatra.
Cuando consultar con un profesional
Aunque los brotes de crecimiento son normales, es importante estar atenta. Consulta con un pediatra si:
- El bebé no gana peso.
- Llora de forma inconsolable por más de 3 días.
- Tiene fiebre, vómitos o diarrea.
- Rechaza completamente el alimento.
Preguntas frecuentes sobre brotes de crecimiento
¿Cuáles son los meses de brotes de crecimiento?
Generalmente ocurren alrededor de las semanas 2–3, 6, 8–12, y los meses 3, 6, 9 y 12. Cada bebé es diferente, así que es importante observar sus señales.
¿Puedo ofrecer sólidos o fórmula durante el brote?
Si tu bebé aún no cumple los 6 meses, lo ideal es continuar con lactancia a demanda. Luego de esa edad, puedes ofrecer sólidos según la recomendación del pediatra, acompañados con tomas frecuentes. Nuestras sillas de comer para bebé podrán ayudarte en esa transición.
¿Cómo calmar a un bebé con brote de crecimiento?
Lo más importante es brindar contacto, pecho a demanda, y mucha paciencia. Puedes ayudar a calmarlo con baños tibios en una bañera de bebé, paseos largos en coches o trayectos cortos en un coche bastón. Si sales en auto, asegúrate de tener una buena silla de bebé para auto, así garantizas seguridad y comodidad.
Cada etapa trae nuevos desafíos, pero también aprendizajes hermosos. Desde Clémentine & Bastién, entendemos lo retador que puede ser criar a un bebé en sus primeros meses. Si estás viviendo uno de estos brotes, respira profundo, confía en ti, y si necesitas apoyo extra, tenemos los recursos que pueden ayudarte.