Durante el embarazo algunas mujeres se sienten más estreñidas que en otras épocas de su vida. Es normal. Los cambios hormonales que tienen lugar durante la gestación y, en especial, el aumento de la progesterona, ralentizan el proceso digestivo y el tránsito intestinal. Así que no te preocupes. Lo importante es seguir una dieta rica en fibra, realizar ejercicio y establecer una rutina.
En el siguiente artículo Clémentine & Bastièn te cuenta todo lo que debes saber sobre el estreñimiento durante el embarazo.
¿Es normal sufrir estreñimiento durante el embarazo?
Sí, es totalmente normal y muy habitual sufrir estreñimiento durante el embarazo.
¿Por qué es común el estreñimiento durante el embarazo?
Los cambios hormonales que ocurren en el embarazo, sobre todo el aumento de la progesterona, ralentizan el proceso digestivo y el tránsito intestinal. Además de esta subida de la progesterona, también favorece el estreñimiento el hecho de que, a medida que el embarazo avanza, el útero va presionando cada vez más el recto, la parte final del intestino grueso.
En los últimos meses, cuando el útero ya ha alcanzado un gran tamaño, comprime aún más los intestinos, y, como consecuencia, el paso de los alimentos se vuelve más lento.
Existen, también, otras circunstancias que pueden provocar estreñimiento durante el embarazo, como, por ejemplo, tomar un suplemento rico en hierro, no realizar ejercicio físico y, sobre todo, beber pocos líquidos y no consumir alimentos que contengan fibra.
Causas del estreñimiento en el embarazo
Entre las causas del estreñimiento en el embarazo encontramos el aumento natural de progesterona que ocurre durante la gestación. Esta hormona ocasiona un descenso de la actividad del músculo liso del colon y un alargamiento en el tiempo de tránsito por el intestino. Conforme aumentan los niveles de estrógenos y progesterona durante el embarazo este efecto es más acusado, por lo que el estreñimiento es más frecuente durante el segundo y tercer trimestre, frente al primer trimestre y el período postparto.
Por otro lado, como comentamos líneas arriba el agrandamiento del útero que va ocurriendo con el paso de los meses es también una causa frecuente del estreñimiento en embarazadas.
Puede también representar un obstáculo mecánico para el tránsito intestinal normal, sobre todo durante el tercer trimestre. Asimismo, la disminución de la actividad física que puede estar indicada en algunos embarazos, o bien, por fuerza mayor debido a las molestias propias del embarazo, influye en el normal funcionamiento y movimiento intestinal. Los suplementos de hierro son necesarios también de forma muy habitual durante la gestación y se relacionan de forma directa con el estreñimiento.
Por último, recalcar que el estreñimiento puede ser una manifestación del hipotiroidismo, por lo que también sería conveniente descartarlo dada la implicación que tiene su correcto tratamiento durante la gestación.
Posibles complicaciones del estreñimiento
Si los síntomas del estreñimiento persisten durante varias semanas o más, se trata de un estreñimiento crónico, que puede dar lugar a complicaciones como:
✓ Hemorroides, que son venas hinchadas en el ano.
✓ Fisuras anales, que son desgarros de la piel del ano.
✓ Impactación fecal, que se da cuando las heces endurecidas se acumulan en los intestinos.
✓ Prolapso rectal, una protrusión del recto a través del ano.
Para evitar complicaciones, lo más seguro es ponerse en contacto con el médico ante los primeros síntomas de estreñimiento o dolor.
¿Cómo se puede prevenir?
A continuación, te damos 4 consejos para prevenir el estreñimiento en el embarazo:
✓ La clave para prevenir el estreñimiento durante el embarazo es la dieta. Como más ricas sea en fibra mucho mejor. Por eso es importante que la embarazada aumente la ingesta de fibra (verduras, frutas, vegetales, legumbres, cereales…) y beba abundante agua todos los días. Tomar un vaso de agua tibia en ayunas cada mañana suele ser una medida muy eficaz.
✓ Realizar ejercicio moderado. Moverse también ayuda a favorecer el aumento del tránsito intestinal.
✓ Establecer una rutina de horarios para ir al baño. Aunque parezca una tontería, intentar ir al baño cada día a la misma también puede ser de gran ayuda. El metabolismo intestinal se adapta a ellos.
✓ Si no se experimenta mejora, existe la opción de tomar medicación. La necesidad de tomar o no medicación deberá ser siempre determinada por el médico, por lo que es importante consultarle siempre antes, incluso si se han utilizado laxantes en otras ocasiones.
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Fuente: En Familia.