¿Qué no puede comer una embarazada?

¿Qué no puede comer una embarazada?

En el embarazo, hay que tomar muchas precauciones relacionadas con la alimentación. Algunos alimentos no son nada recomendables, porque pueden causar molestias digestivas o, en el peor de los casos, enfermedades peligrosas para el feto. ¡En el siguiente articulo  Clémentine & Bastièn te dice cuáles son los alimentos prohibidos en el embarazo!

 

¿Qué no puede comer una embarazada?

 

La dieta que debes seguir durante el embarazo debe ser saludable, equilibrada y contener productos de todos los grupos de alimentos: leche y derivados; hortalizas y verduras; legumbres secas y papas; frutas; carnes; pescados y huevos; cereales, pastas y azúcar.

 

No obstante, hay algunos alimentos que deberían no formar parte de ella, por lo menos, en grandes cantidades, por el bien del pequeño y el tuyo.

 

¿Cuáles son estos alimentos que están prohibidos en el embarazo y que pueden causar daños al feto?

 

Antes de nada, debemos aclarar que no hay alimentos prohibidos en el embarazo, salvo que la mujer embarazada tenga alguna enfermedad.

 

No obstante, hay una lista de alimentos que no se deberían tomar crudos, y otros que tan solo deberían tomarse en pequeñas cantidades o evitarse por precaución.

 

¿Qué no puede comer una embarazada?

 

Pescado y mariscos crudos

 

Uno de los alimentos prohibidos en el embarazo son el pescado y los mariscos crudos. Por lo tanto, desafortunadamente, el sushi no es compatible con el embarazo. ¿Por qué?

 

Anisakis

 

Si el pescado no ha sido congelado previamente, puede contener anisakis. Se trata de un gusano nematodo que pasa su ciclo vital en el sistema digestivo de peces y mamíferos marinos que causa intoxicaciones alimentarias.

 

Toxoplasmosis

 

Asimismo, comer pescado o mariscos crudos puede causar otro peligro, que es la toxoplasmosis. Se trata de una enfermedad infecciosa que, pese a que es inofensiva, puede ser potencialmente peligrosa para el feto.

 

Salmonelosis

 

La salmonelosis es otro de los principales peligros de comer mariscos en el embarazo. Es una enfermedad producida por la ingesta de alimentos con una bacteria llamada salmonela, causante de intoxicaciones alimentarias, especialmente por carnes o pescados crudos.

 

Si se decide comer en algún momento pescado o marisco, hay que controlar que la cocción sea muy cuidadosa y en altas temperaturas. Esto es así, especialmente en el caso de los mejillones, sepias, pulpo, almejas o langostinos. Y es que, aunque estén deliciosos, pueden contener microorganismos o patógenos peligrosos.

 

¿Qué no puede comer una embarazada?

 

Carne poco hecha o curada

 

Al igual que el pescado y los mariscos, comer carne cruda o poco hecha en el embarazo aumenta el riesgo de sufrir toxoplasmosis, con el consecuente peligro para la salud del feto. ¿Cuáles son las razones?

 

Toxoplasma gondii

 

El toxoplasma gondii es un parásito que se puede transmitir al ser humano a través de la ingesta de carne contaminada, ya sea carne de vacuno, ovino o cerdo.

 

No sucede lo mismo con la carne de pollo, que, al ser un ave, no transmite la enfermedad.

 

Sin embargo, la carne es un alimento importante para la mujer gestante, ya que, entre otros, tiene un alto contenido en hierro muy fácil de digerir y aporta proteínas de gran valor biológico.

 

Para evitar contraer toxoplasmosis a través de la carne, hay que ser también muy cuidadosos a la hora de cocinarla, el toxoplasma gondii muere a partir de los 70 ºC, por lo que hay que procurar cocinarla bien hecha.

 

Si se quiere consumir carne poco hecha, se debe congelar de forma industrial, a una temperatura de entre 40-60 grados bajo cero. Es la única forma de acabar con el parásito, pues éste es capaz de resistir a la congelación en el frigorífico de casa.

 

¿Qué pasa con los patés?

 

Los patés que se comercializan a partir de hígado de oca o de pato, al ser aves, no tienen riesgo de transmitir la toxoplasmosis.

 

Lo mismo se puede decir del hígado de cerdo que, al estar previamente, cocinado, tampoco transmitiría la enfermedad.

 

El caso de los embutidos

 

En cuanto al consumo de embutidos en el embarazo, hay que diferenciar entre las mujeres que han contraído el toxoplasma gondii y las que no lo han contraído antes del embarazo.

 

Las embarazadas que han dado negativo al toxo-test y que, por tanto, corren el riesgo de contraer una toxoplasmosis, deben evitar completamente el consumo de embutidos crudos, o curados, como jamón serrano, el chorizo, etc.

 

Sin embargo, sí que pueden tomar embutidos cocidos, como jamón de York, pechuga de pavo o mortadela.

 

Por su parte, las mujeres que han dado positivo al toxo-test pueden comer cualquier tipo de embutido, puesto que ya no corren riesgo de contagiarse de la enfermedad, teniendo en cuenta que su consumo debe ser moderado, debido a su elevado contenido en sal y grasa de origen animal.

 

Quesos no pasteurizados

 

Precisamente, para evitar contagiarse de listeriosis, la mayoría de médicos aconsejan evitar el consumo de quesos no pasteurizados, especialmente, los quesos blandos, porque son los que tienen más posibilidades de estar elaborados con leche sin pasteurizar (leche cruda).

 

Además, tienen más cantidad de agua, que es un medio más proclive a la proliferación de bacterias.

 

Actualmente, los productos lácteos que podemos encontrar en cualquier supermercado suelen indicar si la leche utilizada en su elaboración está pasteurizada o no, en el caso de no indicarlo, suele haber, en su lugar, un número de teléfono de atención al cliente, donde los consumidores pueden consultar este tipo de dudas.

 

Algunas verduras

 

¿Qué no puede comer una embarazada?

 

Durante el embarazo, es conveniente prestar atención a la elección de algunas verduras. Por ejemplo, es mejor no exagerar con los nabos. Los nabos contienen un ácido que influye negativamente en la síntesis de algunos ácidos grasos, fundamentales para la formación del tejido nervioso y de la retina del pequeño. ¿Qué más tener en cuenta?

 

Tomates

 

Asimismo, hay que descartar el consumo de tomates verdes, que son ricos en una sustancia tóxica que desaparece con la maduración y que puede producir trastornos gastrointestinales. En consecuencia, hay que dar preferencia a los tomates maduros, recordando que el tomate puede provocar urticaria y que se debe consumir en una cantidad limitada.

 

Papas verdes

 

Tampoco se deben consumir papas verdes, ya que este alimento contiene una sustancia responsable de intoxicaciones, con síntomas como gastroenteritis y cefalea.

 

Espinacas y acelgas

 

Las espinacas y las acelgas contienen muchos nitratos. Se trata de sustancias potencialmente nocivas, tanto para los adultos como para los niños. Su consumo también debe ser moderado.

 

Con las verduras sucede lo mismo que con el pescado y la carne. Si no se lavan cuidadosamente, corren el riesgo de contagiar la toxoplasmosis, con el consecuente peligro para la futura madre y el feto.

 

Por ello, es fundamental lavar las frutas y las verduras, con Salvy Natural (con base de extracto de quinua), pon 1 cucharada en 1 litro de agua, solo remueves y enjuagas. Sin químicos tóxicos, ideal para bebes, niños y personas sensibles a las alergias.

 

Sal

 

¿Qué no puede comer una embarazada?

 

Durante el embarazo, los expertos recomiendan también moderar el consumo de sal para evitar retenciones de líquidos. Y es que el sodio facilita la retención de líquidos y provoca un aumento del volumen sanguíneo que favorece el estado de hipertensión y dificulta el trabajo del corazón.

 

Además de reducir el consumo en sal, también hay que evitar la ingesta de aquellos alimentos que la contengan. Por tanto, no hay que exagerar con el consumo de conservas y hay que leer siempre las etiquetas de los alimentos procesados, ya que muchos aditivos contienen sodio, como el glutamato monosódico, el nitrato, el nitrito, el citrato o el sorbato de sodio.

 

Para sustituir la sal y que tus comidas tengan un sabor más intenso, puedes optar por las hierbas aromáticas como el orégano, el tomillo o el romero.

 

Cafeína, teína y alcohol

 

¿Qué no puede comer una embarazada?

 

Aunque no sea un alimento propiamente dicho, las embarazadas deben moderar el consumo de cafeína y teína, estas sustancias están contenidas en el café, el té y las bebidas a base de cola. Y es que la cafeína afecta al sueño y al ritmo cardíaco. En cambio, si es embarazo de riesgo, los médicos aconsejan evitar por completo el consumo de café.

 

En cuanto al café descafeinado, su consumo sí que está autorizado por los expertos, siempre que se haga con moderación, no más de una taza al día.

 

El café descafeinado contiene un pequeño porcentaje de cafeína, ya que ningún método utilizado hasta el momento para extraer la cafeína de los granos ha conseguido eliminarla por completo. Así pues, mientras el café normal contiene unos 100 mg de cafeína, el descafeinado contiene 2 mg.

 

Las bebidas con alcohol también están prohibidas en el embarazo, ya que el alcohol aumenta el riesgo de aborto, parto prematuro y otras complicaciones en el parto.

 

Además, el alcohol dificulta la absorción de ácido fólico y de otras vitaminas del grupo B, tan imprescindibles para el buen desarrollo de la gestación.

 

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Fuente: Mi bebé y yo.

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