Viajar con bebés es mucho más fácil de lo que nos suelen decir. Aunque la decisión de viajar con nuestro hijo depende de nuestro propio estilo viajero y de las circunstancias concretas de cada familia siempre es bueno e interesante tener en cuenta ciertas sugerencias. Que la prudencia no se convierta en un miedo injustificado. Es muy posible que al final descubramos que en cada uno de nuestros bebés existe en potencia un aguerrido viajero por tierra, mar y aire. En el siguiente articulo Clémentine & Bastièn te da diez consejos para viajar con bebés.
1. Sí se puede
Parecerá extraño, pero hay que decirlo. Con bebés claro que se puede viajar y además hacer viajes de cierta distancia y envergadura.
Es perfectamente comprensible que en ningún caso queramos poner en riesgo la salud o integridad de nuestros peques. Sin embargo, su pequeña corpulencia es engañosa ya que estos están hechos para durar y, por una cuestión evolutiva de especie, para ser nómadas y acompañar el ritmo de ruta a pie de la madre y de toda la familia. Los bebés tienden a dormir bastante y buscan el contacto con su madre y padre y por ello incluso es más fácil viajar con ellos que hacerlo con niños algo más grandes cuando empiezan ya a explorar y dar sus primeros pasos.
2. Busca el equilibrio
Se trata de buscar un equilibrio entre las necesidades de los padres y las del bebé que desde luego son prioritarias. Podemos esperar que un bebé se acople a nuestro ritmo de vida, pero debemos ser conscientes de que ciertas visitas y viajes a lugares como ciertas atracciones turísticas, museos o ciudades a ellos lógicamente les trae sin cuidado puesto que no son en absoluto conscientes y no les aportan nada. Como padres ya sabemos que nos pongamos como nos pongamos si nuestro hijo/a no está bien, nosotros tampoco lo vamos a estar. Definitivamente vamos a tener que viajar de otra manera.
3. No traspasar las líneas rojas
En este punto nos referimos a lugares donde nuestros bebés no van a estar bien. Por ejemplo, los parques temáticos están pensados para niños más grandes y recordemos también protegerlos bien del sol directo, mosquitos o frio dependiendo el destino que elijan.
4. Viajar en auto
Los niños siempre han de viajar en sus sillas con certificaciones de seguridad europeas como las sillas que encontraras en Clémentine & Bastièn.
Las últimas horas de la tarde y primeras de la noche son más propicias para circular ya que hay menos circulación y calor. No olvidemos una neverita con la bebida y comida variada previsible para cada viaje, así como una segunda muda de ropa.
También hay que recordar no descuidarnos los juguetes sus favoritos y estar dispuestos a disfrutar de juegos relacionados con el paisaje y las vistas de los lugares que atravesamos. Para algunos padres las tablets que disponen algunos vehículos son grandes aliados. Si el viaje es largo es importante parar cada 3 horas para estirar las piernas y despejarse un poco.
5. Viajar en avión
No es tan complicado viajar en avión como lo pintan, además antes de los 2 años los niños solo pagan impuestos.Es importante darles el pecho (o chupón) tanto a la hora de despegar como de aterrizar para evitar que la diferencia de presión le afecte al oído.
6. Las ventajas del portabebés
Para los viajes con bebés es muy recomendable llevar un portabebés. Existen muchos tipos y variantes para cada nivel de peso y desarrollo, en Clémentine & Bastièn los portabebeses de las marcas europeas Stokke y Besafe ambos certificados por el instituto de displacía, asegurando el mejor cuidado y comodidad para la cadera de tu bebé. Los portabebés son cómodos y nos permiten ahorrarnos los carritos y salvar fácilmente desniveles y escaleras teniendo siempre las manos libres y con la tranquilidad de que nuestro peque se encuentra cómodo y protegido con nosotros.
7. La lactancia también viaja
Cada día que pasa se descubre alguna nueva propiedad beneficiosa de la leche materna para nuestros hijos. En lo que a los viajes se refiere mantener la lactancia les va a proporcionar un alimento nutritivo y siempre a punto que nos va a permitir llevar un equipo de comidas envasadas nulo o bastante reducido. También con la idea de simplificar el colecho si la cama es lo suficientemente amplia nos puede liberar de tener que llevar una cuna de viaje o a buscar hospedajes que la ofrezcan. Tomar el pecho es además un somnífero infalible.
8. Diles adiós a las prisas
Plantéate un viaje tranquilo y sin prisas porque los bebés necesitan más atención, tienen su propio ritmo, y necesitan que les podamos proporcionar un espacio seguro, natural. Viajar con ellos es la mejor excusa para descubrir los placeres y disfrutar de la familia.
9. Su hogar es el mundo
El traslado espacial que suponen las vacaciones no debe impedir que podamos intentar mantener en buena manera los horarios y hábitos que tenemos cotidianamente. Para nuestro bebé ese hotel o apartamento alquilado debe representar de alguna manera la seguridad de su hogar por unos días.
10. No te compliques
A veces nos encanta complicarnos la vida. Muchos de los accesorios de viaje que nos intentan vender son innecesarios, otros en cambio son de lo más interesante como verás en esta selección de accesorios útiles para viajar con niños.
Hay que intentar simplificar al máximo el equipaje, en la mayoría de destinos podremos comprar pañales y bastantes complementos. A partir del año muchos niños ya comen casi de todo y no hay que llevar tantos potes de almacenamiento o papillas. Lo mejor es contar con un procesador de alimentos babycook de Béaba donde podrás preparar nuestras recetas.
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Fuente: Familias Ruteras.