Hablarle a menudo, regalarle tiempo y atención, leerle cuentos, elogiarle cuando se porta bien, imponer reglas claras… Te explicamos qué puedes hacer para garantizar su bienestar y animarlo en sus progresos.
La investigación lo ha confirmado: los niños nacen competentes y equipados para interactuar. Ya se acabaron los tiempos en los que se recomendaba dejar a los recién nacidos en la penumbra y en silencio. Hoy en día, ya se ha entendido que los bebés necesitan estímulos, reacciones e intercambios. Desde las primeras horas, los bebés demuestran predilección por las caras y las voces humanas. Están programados para la comunicación, una actividad que, en los primeros meses, consiste, sobre todo, en escuchar y encontrar la mirada de los demás. Permite favorecer la creación de sinapsis, conexiones entre células nerviosas que se producen cuando vivimos una experiencia significativa.
Te proponemos estas acciones que benefician el desarrollo del pequeño
Habla con él
Empieza pronto, aunque el bebé sólo tenga unos días y pienses que no entiende nada todavía.
Para estimular el desarrollo verbal de tu hijo, sólo tienes que hablarle. ¿Como? Dejándote guiar por el instinto. Desde el principio, se aprecia un intercambio espontáneo: la mamá habla, el niño la mira y ella le vuelve a hablar. A partir del segundo mes, el pequeño está cada vez más activo: sonríe, busca un contacto ocular, responde con gestos e intenta prever la reacción de la madre. Puede captar los elementos móviles de la cara (ojos y boca) y descifrar las emociones a partir de ellos. En otras palabras, se sientan las bases del ritmo de una conversación entre adultos, y el niño aprende a autorregularse.
Léele muchos cuentos
A partir de los 6 meses, se pueden ofrecer al bebé los primeros libros ilustrados, de materiales y tamaños adecuados con dibujos sencillos.
Los primeros libros deben ser manejables, grandes y llenos de ilustraciones que guíen el relato de la mamá. No hay que intentar dirigir demasiado al pequeño con estímulos, sino darle tiempo para descubrir qué le interesa más.
Escúchalo
Todavía no habla, pero ya es capaz de comunicarte sus necesidades. Es importante dedicar tiempo a observar al niño para aprender a descifrar sus mensajes y a responder a sus demandas: consuélalo si esta triste, anímalo cuando este frustrado y comparte sus pequeñas alegrías.
Escuchar a un recién nacido significa prestar atención a sus gorjeos y expresiones faciales. Un recién nacido siempre espera sentir nuestra atención.
Ponle reglas y limites
El niño los necesita desde el nacimiento, siempre que logres hacerle entender que comprendes sus dificultades, su rabia y su frustración, y que estés preparada para consolarlo.
Las reglas deben ser pocas, pero razonables, coherentes y adecuadas a la edad de tu pequeño. Los papas no deben trasformar el proceso educativo en una prueba de fuerza. Más bien, su función es ayudar al niño a sentirse contenido, protegido de los cambios de humor y los impulsos, así como a soportar la frustración.
Juega con él
El juego es fundamental para el desarrollo de tu pequeño, y es un derecho reconocido para la convención de la ONU sobre los derechos de la infancia y adolescencia.
A menudo, los padres temen no tener suficiente tiempo para jugar con sus hijos. O bien se esfuerzan en organizar sus días con actividades muy estructuradas, fuera de casa. En realidad, no existe la “hora del juego “, entendida como una especia de materia escolar. Por el contrario, es preciso encontrar numerosas ocasiones de juego, incluso dentro de la rutina diaria.
Ayúdalo a creer en sí mismo
Elógialo cuando lleve a cabo una tarea o se porte bien, y enséñale a resistir ante las dificultades.
El elogio es beneficioso siempre que se administre bien y se refiera a un comportamiento verdaderamente meritorio, y no se exprese de forma rutinaria. En definitiva, como todas las cosas que tienen valor, no debe exagerarse. Los elogios siempre deben dirigirse a los comportamientos, y no al niño.
Fuente: Estímulos que ayudan a tu hijo a crecer
www.mibebeyyo.com
https://www.mibebeyyo.com/bebes/salud-bienestar/estimulacion/estimulos-ayudan-a-crecer