Fiebre en niños y bebés: ¿Qué debes hacer?

Fiebre en niños y bebés: ¿Qué debes hacer?

La fiebre en los niños no es una enfermedad, sino un síntoma de que algo no está bien. Por eso, no siempre hay que eliminarla, sino tenerla controlada, ya que indica que el organismo está reaccionando a las agresiones de virus y bacterias. ¿Cuáles son las causas de la fiebre en los peques y cómo tratarla?

La fiebre es un síntoma muy común en los niños y lo importante es tenerla controlada. Se ha demostrado que, gracias a la fiebre, las células-barrera más importantes contra virus y bacterias aumentan hasta 20 veces y reducen la duración de la enfermedad.

Fiebre en niños y bebés: ¿Qué debes hacer?

Qué es la fiebre

Se entiende por fiebre el aumento de la temperatura corporal superior a 37,2ºC tomada en la axila. Dicho aumento indica que hay un desequilibrio entre la producción y la dispersión de calor en el organismo.

La temperatura puede sufrir alteraciones durante el día. En general, por la mañana es más baja (35,8ºC-36,4ºC aproximadamente); a primera hora de la tarde, empieza a subir, y sigue subiendo hasta última hora de la tarde; después, por la noche, disminuye gradualmente.

La variación de la temperatura también puede estar provocada por causas que no tienen nada que ver con una infección como, por ejemplo, la digestión de una comida abundante o un ejercicio físico muy intenso. Se habla de fiebre en bebés cuando la temperatura permanece por encima de los valores normales durante un período de tiempo o más o menos largo.

El mecanismo de la fiebre

Los estudiosos sostienen que la fiebre se manifiesta cuando el organismo aumenta la producción de glóbulos blancos, llamados leucocitos, necesarios para combatir una infección causada por virus o bacterias.

Debido a la actividad de los glóbulos blancos, las células del organismo estimulan a su vez la producción de sustancias llamadas pirógenos endógenos, que literalmente significa «sustancias generadoras de fuego». Estas sustancias actúan en el centro de control de la temperatura corporal, el hipotálamo, que está situado en el cerebro, y lo estimulan para que aumente la temperatura con intención de destruir los microorganismos nocivos.

Si en ese preciso momento se interviene contrarrestando la acción del organismo y bajando la temperatura, se impide que el mecanismo de la fiebre tenga sus propios efectos beneficiosos.

Las causas más frecuentes de la fiebre en niños y bebés

La fiebre es un síndrome causado por una inflamación, una infección o por ambas a la vez. En función de cómo evolucione la fiebre y de los otros síntomas que la acompañen, el pediatra puede llegar a identificar su causa y tomar las medidas oportunas.

He aquí una lista de síntomas que pueden ayudar a identificar la causa de la fiebre y, consultando todas las opiniones, elegir el comportamiento más indicado mientras se espera la intervención del médico:

– Pesadez, dolor de cabeza, debilidad y escalofríos: gripe.

– Vómitos: intoxicación o gastroenteritis.

– Tos y nariz tapada: gripe, infección viral o bronquitis.

– Diarrea: infección intestinal, indigestión, intoxicación o envenenamiento.

– Dolor de cabeza, dolor en la frente, encima de las cejas, o en la nariz: sinusitis.

– Dolor de oídos: otitis o parotiditis.

– Dolor de estómago: apendicitis, cólicos o infección intestinal.

– Dolor al orinar: cistitis o infección del tracto urinario.

– Manchas rojas en la piel y pequeñas pústulas: una de las enfermedades exantermáticas: sarampión, escarlatina, rubéola, varicela, quinta enfermedad, etc.

Cómo bajar la fiebre

¿Qué es la febrícula?

La febrícula es, por decirlo así, una fiebre «ligera», lo que se conoce popularmente como «tener unas décimas». Más concretamente, se define como febrícula a la hipertermia, o elevación de la temperatura corporal, superior a 37º e inferior a 38º. La febrícula es un tipo de fiebre que, habitualmente, es prolongada y sostenida, es decir, que no llega a superar los 38º, en cuyo caso ya hablaríamos de fiebre propiamente dicha. La febrícula puede deberse a diferentes causas, desde el inicio de un proceso infeccioso, como un simple resfriado, al estrés o al proceso de la dentición, por ejemplo. Asimismo, hay que tener en cuenta que la temperatura corporal varía en función de la hora del día o del lugar donde se tome.

Cuando dirigirse al pediatra

Normalmente, la fiebre no necesita la presencia inmediata del médico. De hecho, se dan casos de infecciones virales leves que desaparecen espontáneamente al cabo de 48 horas.

Hay que llamar inmediatamente si:

– El niño tiene menos de seis meses y la fiebre supera los 38ºC. En realidad, los lactantes corren más riesgo de deshidratarse.

– El niño es mayor a seis meses y la fiebre supera los 39ºC.

– La fiebre está acompañada de vómitos o bien de dificultad respiratoria.

– La fiebre se manifiesta tras una exposición al sol o en un lugar muy caluroso.

– La fiebre no baja después de 48 horas o, aun siendo moderada, continúa durante varios días.

Fuente: “Fiebre en niños y bebés: qué hacer”

www.mibebeyyo.com

https://www.mibebeyyo.com/bebes/salud-bienestar/salud-bebe/nurofen-fiebre-ninos

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