Ser un padre presente durante todo el embarazo y período de crianza es fundamental. La paternidad dejó de entenderse sólo como una figura proveedora responsable de brindar un hogar seguro y alimentación, para pasar a ser un eje fundamental dentro del desarrollo familiar. En el siguiente articulo Clémentine & Bastièn te cuenta todo lo que debes saber sobre, La importancia de la paternidad.
¿Cuál es la importancia de la paternidad?
La paternidad responsable es una forma de vida en la que disminuyen las tensiones respecto del cuidado del hogar y la crianza. Cuando los padres se involucran mejora la calidad de vida de las madres, y su influencia en la experiencia del parto tiene una influencia muy positiva.
Claves para afrontar la paternidad
✓ Asumir la nueva etapa siendo conscientes de que el día a día dará un giro de ciento ochenta grados. Todo cambia: rutinas, tiempo de ocio, horario…
✓ Consensuar el reparto de las nuevas responsabilidades, evitando que un miembro de la pareja se sobrecargue y se sienta desbordado.
✓ Evitar idealizar la paternidad teniendo presente que será una etapa en la que abundarán el estrés, la frustración y los temores por la crianza al menos durante el primer año.
✓ Buscar la ayuda de abuelos, tíos, … al menos una vez a la semana para disfrutar de una hora a la semana para uno mismo y para la pareja.
✓ Confiar en el otro parte de las tareas del cuidado de los hijos, aunque creamos que nosotros lo hacemos mejor.
✓ Dialogar y poner en común los miedos relativos a la nueva situación como padres. Además, de hacer partícipe a la otra parte de cómo nos encontramos, y de las cosas que nos molestan. Así resulta más fácil encontrar soluciones.
Para los papás
Algo que le hace muy bien a los hombres porque les permite relajarse es expresar sus sentimientos en torno al embarazo, que es lo que piensan al respecto y cuáles son sus principales dudas. Esto les permitirá despejarlas a medida que las comentan con sus amigos que ya son padres o incluso con el ginecólogo que está atendiendo a su pareja.
Además, así sabrán qué expectativas deberían tener en relación a los hitos más importantes del período de gestación, parto y lactancia y qué desafíos vienen por delante.
De hecho, que el papá se ocupe activamente de la crianza ayudará a la pareja a sentirse más unida a la hora de enfrentar todas las situaciones nuevas que acarrea el hecho de tener un hijo.
Además es lógico que el padre sienta la necesidad de expresar lo que está sintiendo a medida que pasan los meses y se acerca el nacimiento del bebé. Es importante darse permiso para expresar tanto los sentimientos de vulnerabilidad como de alegría, esto sentará las bases para ser un papá más activo.
Nunca olvides papá, que incluso antes de nacer, tu pequeño realmente necesita que estés presente en todo momento porque eres una persona importante en su vida, y estar contigo le resulta reconfortante y tranquilizador.
Date el tiempo para compartir con calma y en plena tranquilidad con tu bebé, lo que obviamente será una forma eficiente de demostrarle el cariño que sientes por él. Por ejemplo, puedes participar en la alimentación del pequeño cuando ya toma su mamadera, ya que una práctica tan simple como ésta te permitirá establecer fuertes y permanentes vínculos con tu bebé.
Aunque no lo creas ni sea una costumbre muy arraigada en nuestra sociedad, es bueno saber que un papá puede ser la persona que se encargue del bebé la mayor parte del tiempo, como sucede en algunas familias donde optan por esa situación.
Trata de ver la paternidad como un rol en el que mejoras a medida que exploras las posibilidades que existen en cuanto a tipos de crianza y relación padre-hijo. Una buena forma de avanzar en este tipo de conocimiento es tomar las experiencias positivas de tu historia familiar y enriquecerlas de formas que quizás a tus padres, debido a que vivieron en otra época, jamás se les hubiera ocurrido.
Recuerda que se aprende a ser padre sobre la marcha, porque mientras más tiempo le dediques a tu bebé más rápido aprenderás a detectar cuáles son sus necesidades, para lo cual una muy buena alternativa es que de vez en cuando te quedes solo con él , observa su comportamiento con detención.
¿Y cómo podemos afrontar la inestabilidad como padres?
Las madres y los padres tenemos que aprender a sentirnos cómodos también en la inestabilidad. Aceptar que a veces nuestros hijos e hijas se sienten raros, miedosos, inestables y eso les produce malestar. Que a días o a épocas sienten malestar y malhumor, y no saben cómo manejarlo.
No podemos ayudarlos si su inestabilidad o malestar nos resulta incómodo porque tendremos el foco puesto, solamente, en que estén “bien” ya, en vez de poder comprenderles, conectar con ellos y ayudarlos a transitar esos estados comprendiéndose también a ellos mismos.
Los adultos tenemos el reto de aceptar que la maternidad y la paternidad a veces resulta incómoda por inestable pero que, como el caracol de la foto, podemos aprender a estar cómodos a pesar del sentir de nuestros hijos en pleno crecimiento. Porque es lo que les toca: tener etapas de todo, momentos de todo… Sentirse a ratos o a días, desbordados, inquietos, nerviosos, mal humorados… Crecer no es fácil.
Ponte cómodo, aunque haya curvas. Todo es transitorio pero tu al estar más cómodo, más sereno en el aquí y ahora te hará el tránsito mucho más seguro a cada momento.
Cualquier duda por favor consulta siempre con tu médico.
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Fuente: Babysec / Miriam Tirado