Papilla de Durazno y Plátano
Los duraznos contienen un 85 % de agua, por lo que se convierten en una de las frutas más recomendables para incorporar en las primeras comidas de tu bebé.
Los duraznos contienen un 85 % de agua, por lo que se convierten en una de las frutas más recomendables para incorporar en las primeras comidas de tu bebé.
El pollo es una de las aves más consumidas por niños. Su bajo contenido en grasas hace que sea fácil de digerir por los bebés y niños pequeños.
El espárrago es una excelente fuente de vitamina B9, denominada ácido fólico, que participa en el buen funcionamiento del sistema nervioso y del sistema inmunitario del bebé.
Una receta completa, con vegetales, proteína y carbohidratos.
El camote cuenta con beta-caroteno, este compuesto protege los ojos de tu bebé, mientras las vainitas son una rica fuente de antioxidantes y vitaminas.
Las verduras se pueden empezar a introducir en forma de papilla como alimentación complementaria a partir de los seis meses del bebé.
La avena es uno de los cereales que más beneficios aporta para los niños, especialmente para su sistema digestivo. Rica en vitaminas, en sales minerales y en ácidos grasos de buena calidad.
El poro es un alimento nutritivo que contiene magnesio, calcio y hierro, ideal para introducirlo en la dieta de tu bebé.
El alto nivel de ácido fólico que contiene el brócoli también ayuda a prevenir defectos congénitos y partos prematuros.
Este grupo de alimentos, conformado por lentejas, frejoles, garbanzos, habas, alverjas, pallares, y otros, posee un gran valor nutricional.